Ciencia (o brujería) en el bar (30/4/2025)

Por Javier Armentia, el 22 abril, 2025. Categoría(s): General

Ya estamos de nuevo convocándoos a una sesión de #CienciaEnElBar. En ella tendremos a los 3barbas convertidos un poco en brujos, como se puede ver en la imagen que acompaña esta entrada, que por cierto nos sugirió un algoritmo de modelo masivo de lenguaje de estos de moda que denominamos colectivamente IA (inteligencia artificial).

 

La Ghiblificación de moda

Abro un párrafo sobre el tema. El debate de lo que son o dejan de ser estos algoritmos daría para mucho más que esta entrada, pero el redactor de turno (Javier) confiesa que ha pecado usando una de ellas para obtener una imagen de los 3barbas (una foto que nos hizo RobOcariz en la primera edición de estos encuentros) al estilo de las imágenes del Studio Ghibli. En las últimas semanas se han producido cientos de millones de imágenes de estas, generadas por tanta gente que se ha enamorado del carácter que artistas como Hayao Miyazaki o Isao Takahata han sabido imprimir desde hace cuarenta años.

Tres brujos (aviso: imagen creada con un LLM al estilo del estudio Ghibli)
Tres brujos (aviso: imagen creada con un LLM al estilo del estudio Ghibli). Avisamos de que este procedimiento vulnera el espíritu original de las creaciones de estos artistas japoneses, además de que en su generación se consumen grandes cantidades de recursos.

Esta moda está suponiendo un coste global de energía y recursos enorme, aunque es difícil cuantificarlo. Muestra en cualquier caso cómo caemos en hacer cosas que no deberíamos. Sobre todo porque más allá de gastar tiempo de procesador a lo loco está la cuestión ética. Sabemos que estos artistas aman la creación de las personas, el dibujo sincero y no el generado por algoritmos. Y precisamente estamos haciendo lo contrario, simplemente porque queda cuqui. Lo hicimos una vez, y ahí está el resultado. Pero prometemos no volver a hacerlo (el lunes 22 de abril escribí sobre el tema en mi columna #milenio del Diario de Noticias: «Consecuencias» para quien quiera leer algo más). Y cierro párrafo.

 

La noche de Walpurgis

La celebración de la Semana Santa y la Pascua nos ha llevado al límite del mes para hacer esta sesión de #CienciaEnElBar. Justo el día 30, cuando caiga el sol (más o menos, que con el cambio de hora anochece más tarde…) comenzará la noche de Walpurgis. Quien sea aficionada a las historias de terror gótico quizá recuerde este nombre tan sonoro, o quien tenga herencia alemana porque al fin y al cabo es una fiesta más celebrada allá, la Walpurgisnacht. Hubo una Santa Walpurga en alguna abadía francesa en el siglo VIII, a quien se invocaba para luchar contra las plagas, la rabia o la tos ferina (lo que aprende uno en la wikipedia) y que se relaciona también con la brujería. Sucede que esta noche queda a medio año de la fiesta de Todos los Santos, el 1 de noviembre. Y queda como contrapunto muy de origen solar (como la navidad frente a San Juan y esas cosas). Pero realmente la culpa la tuvo más que nadie Goethe que coloca precisamente en su Fausto un akelarre en plena noche de Walpurgis, donde se solazan Heinrich Faust, el humano y Mefistófeles, el diablo. Ahora es todo un montaje turístico en los pueblos de la sierra de Harz en Sajonia-Anhalt, y de gente que se dice neopagana.

Todo esto nos sirve como excusa para reflexionar sobre eso que se dice a veces sobre si la ciencia actual parece brujería; o que lo que ahora nos parece cosa de brujería un día será ciencia. También se dice a veces que las cosas del mundo de la brujería (desde la astrología a la alquimia, de los curanderos a los rituales de purificación o magias negras) acaban siendo parte de la ciencia, inspirando ciencia o, más sencillamente, explicándose mediante la ciencia. Hace unos años leí un libro para la colección Vaya Timo de la Editorial Laetoli que se llama: «Las brujas, ¡vaya timo!», escrito por el periodista Manuel Bear, quien buceó en las actas de los procesos de brujería en la época de la Inquisición en Europa y, claro, no encontró nada que no pudiera ser explicado de forma convencional sin asistir malignos u oscuros poderes o magia sobrenatural de ningún tipo. Las confesiones, siempre extraídas mediante suplicios o tortura, no dan para mucho más que entender que ese proceso social fue otra cosa, nada de otro mundo, aunque parte de ese pensamiento mágico persistente aún hoy en nuestra sociedad moderna. Nos podríamos preguntar: ¿quiénes son las brujas ahora?.

 

De Walpurgis a Wakefield

Joaquín Sevilla quiere traernos, cosa que viene muy bien en una noche de brujas, brujos y brujes, una historia de miedo: la del miedo a las vacunas generado principalmente por un artículo científico publicado hace 27 años en una de las revistas médicas más prestigiosas, The Lancet. Puedes conocer un poco la historia de Andrew Wakefield en la página del Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones de la Asociación Española de Pediatría. El daño que hizo esa fraudulenta asociación entre vacunación y autismo se sigue viviendo ahora que el máximo representante de la sanidad estadounidense sea precisamente ese Kennedy antivacunas que se sigue creyendo esa mentira. Dará el tema para hablar, pero desde luego es una historia terrorífica.

Nos ha prometido Joaquín también hacer un poco de magia tabernaria con cerillas y agua y un vaso… Es pura física y química, claro, pero hay trucos de feria más evidentes que se cuelan como reales.

Y ahora que pienso al escribir estas notas para el guión igual podemos colar por aquí algo sobre cómo ahora se invoca a la física cuántica para vender cosas como la vida más allá de la muerte: uno de los libros más leídos de esta temporada, y vendido como «no ficción» es el de Manuel Sans Segarra «La Supraconciencia existe: Vida después de la vida». Parece mentira que los cuentos de las experiencias cercanas a la muerte vuelvan con tanta fuerza simplemente usando el birlibirloque de usar la física cuántica fuera de su contexto y sin ningún rigor. Esto sí que es brujería. Como el tema se escapa un poco de lo que tiene que ver con la sesión del miércoles próximo, he metido unos comentarios en mi blog: «Desmontando a Sanz Segarra (con una cacatúa estocástica)».

 

Ergotismo y las brujas de Salem

Sin duda son el paradigma de las brujas, el proceso de Salem. Hablamos a escala mundial, porque en estas tierras navarras también tuvimos nuestro proceso, el de las brujas de Zugarramurdi. No es por ponerse chauvinista, pero el de las brujas navarras, que se hizo en Logroño en noviembre de 1610, antecedió por mucho al proceso norteamericano (entre 1692 y 1693). En cualquier caso, Ignacio López Goñi nos hablará de algo que se relacionó con ese proceso, una enfermedad que se provocaba comiendo alimentos contaminados por micotoxinas producidas por hongos: el ergotismo o fiebre de San Antonio, también llamado fuego de San Antonio, de San Marcial o, según dónde, del Infierno. En estas semanas en que en las plataformas se vuelve a poner de moda la versión seriada del juego «The Last of Us», sin duda hablar de los efectos de un hongo como el cornezuelo o ergot (Claviceps purpurea) es una historia muy brujeril.

Y, transmutado en brujo o alquimista, ha prometido hacer algo con brebajes que cambian de color. Siendo la sesión en un bar, habrá quien prefiera experimentar con otros brebajes más convencionales, que todo puede ser. Es la noche de brujas, así que todo está permitido.

 

Vida al 99,7% fiable

Y Javier Armentia (quien esto escribe) ha prometido traer una historia para no dormir de esas que siempre surgen cuando hay vacaciones y los medios de comunicación responden de forma más vivaracha (y menos crítica) a las notas de prensa de las revistas y universidades. Posiblemente hayan oído hablar de K2-18b esa supertierra o minineptuno o planeta hicéano en el que con ayuda del Just Wonderful Space Telescope (JWST, el telescopio espacial infrarrojo de NASA, ESA y Canadá) se ha detectado, eso afirman los autores del artículo, una presencia abundante en su atmósfera de sulfuro de dimetilo y disulfuro de dimetilo, que son gases que habitualmente en la Tierra se producen por la actividad de seres vivos. (Sobre el tema, en «La ciencia de la mula Francis» de Francis Villatoro hay un completo análisis: «El supuesto dimetilsulfuro en el supuesto exoplaneta hiceánico K2-18b». Como se ve, posiblemente no haya nada, a pesar de los titulares.)

El dimetilsulfuro da olor al mar y a los pescados podridos también. En la Tierra. ¿Y en otras partes del universo? Teniendo en cuenta que ya se ha detectado en otros lugares como el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko y más recientemente en el medio interestelar, y también considerando que se han publicado mecanismos fotoquímicos de producción de estas moléculas sin participación de seres vivos, la noticia se desinfla. Pero queda la atracción irresistible de pensar que no estamos solos en el universo, de que hay vida en otros lugares.

Sirva entonces esta otra historia de ciencia un poco peculiar, donde el juego estadístico acaba siendo una especie de abracadabra para elucubrar sobre posibilidad de vida en otros mundos. Cerraremos abril montando en nuestras escobas y saliendo a buscar nuevos prados donde hacer un akelarre el mes que viene.

 

Ciencia (o brujería) en el Bar. 30 abril 2025 Bar REX de Pamplona (Navarra, España, Europa, Tierra, Sistema Solar, etc)
Ciencia (o brujería) en el Bar. 30 abril 2025 – Bar REX, Pamplona.


Por Javier Armentia, publicado el 22 abril, 2025
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